- Tapa blanda: 492 páginas
- Editor: Caligrama (2 de octubre de 2017)
- Colección: Talento
- Idioma: Español
- ISBN-10: 8417234594
- ISBN-13: 978-8417234591
Una deliciosa novela de amor, amistad e intriga, que atrapará al lector desde el primer capítulo.
Sebastián, nacido en 1941, es un adolescente reflexivo y observador que descubre, con solo diez años, el poder de las palabras. Desde entonces, se esfuerza en aprender a usarlas adecuadamente con un solo objetivo: compensar su escasa valentía y fuerza física. Para ello, las colecciona en carpetas etiquetadas por sabores, sentimientos, colores, etcétera, logrando conseguir el respeto de sus compañeros del instituto.
«No tendré músculos pero tengo palabras», reflexiona tras su éxito.
Amelia es la hija de un fotógrafo combatiente de la División Azul, hecho prisionero por los rusos en 1942, pocos meses después de que ella naciera en Berlín. Repatriado a España tras once años de cautiverio, recupera a su hija y ambos se establecen en Jarana, el pueblo de Sebastián. El joven se enamora de la muchacha y en su diario va describiendo las inquietudes y zozobras que ese sentimiento provoca en él, así como las entrañables relaciones con sus dos amigos, la vida del pueblo y los conflictos físicos y religiosos que le causa su incipiente sexualidad.
Dos años más tarde Amelia se traslada a Madrid. Sebastián no soporta la separación e intenta localizarla, emprendiendo una serie de aventuras que somete a prueba su tenacidad e ingenio.
¡Hola, holita!
Aquí estoy de nuevo.
Hoy vengo a reseñar La Hija del Fotógrafo, de Víctor Navajo. Este libro nos narra la historia de Sebastián, un chico de tan sólo trece años nacido en la postguerra que es apasionado a escribir y leer. Un día le regalan un diario, y en él comienza a escribir todo lo que le pasa, desde sus amigos, familiares y vida cotidiana. Hasta que un día, conoce a su primer amor: Amelia, hija de un fotógrafo combatiente hecho prisionero por los rusos en 1942. Después de once años, padre e hija se reencuentran y por motivos de la vida terminan en Jarana. Sebastián cae enamorado de Amelia desde el primer momento que la ve, pero a pesar de su timidez y el miedo hacia el sexo femenino, se hará amigo de ella y poco a poco conseguirá enamorarla.
La Hija del Fotógrafo está dividida en dos partes: la primera que es el diario de Sebastián, donde nos cuenta cómo se enamora de Amelia, los sentimientos que flotan en su interior y todo el sacrificio que conlleva el amor. He de felicitad al actor porque en esta parte derritió mi corazón por la manera en la que Sebastián describía a Amelia. Luego, en la segunda parte, él seguirá narrando pero desde lejos, dándonos soporte para el cambio que progresan los personajes.
Me ha gustado mucho descubrir cómo era el amor en aquella época. En cierto modo también me ha recordado mucho la historia de mis bisabuelos, que transcurren en las mismas fechas y en las mismas edades, y el padre odioso de ella que se opone ante la unión de ellos. El autor ha sabido desarrollar a los personajes perfectamente, incluso me ha hecho odiar al padre de ella por oponerse a un amor tan puro y bueno.
Sin duda alguna, es una novela que he disfrutado mucho y que, aunque al principio me costó dos días engancharme, cuando le cogí el truco, no ha habido nadie que me parara. En una mañana estaba listo. Gracias, Víctor, por escribir tan bonito y hacerme recordar sentimientos que pensaba que tenía enterrados.
4/5
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